agosto 28, 2006

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Se quedan conmigo todas las risas y las lágrimas. Guardadas en el bolsillo del pantalón, envueltas con millones de tapitas, papeles y pequeños objetos. Para saber que siempre que quiera pueda ir a mirarlas. Nada nos va a acercar nunca más que la desesperación, en cualquier lado. Hasta la muerte vamos a disimularlo. Estoy también tranquilo, sin miedo, entre tus cosas, para siempre.

1 comentario:

Anónimo dijo...

te quiero, siempre