septiembre 23, 2006
zen
Ruido-ruido, ruido, ruido, demasiado ruido que me aturdís! La gente que hace mucho ruido rellena el vacio, cuando se calla, no queda nada. Solo el eco y un miedo terrible. La que no dice nada, cada vez que habla llena, llena todo, sin miedo a equivocarse. No hay nada para descubrir atrás de nada, ya estaba todo ahí en el silencio.
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