mayo 16, 2006
Encerrado en el apartamento
Mientras el Primer Comando de la Capital (PCC) azota a San Pablo y en Río se vive la expectativa de un “efecto rebote”, yo me pasé los últimos cuatro días escribiendo sobre persona y religiosidades en las clases medias de Buenos Aires. Casi no me enteré de lo que pasaba. Sólo interactué con le vendedor de agua, al que le pagué 5.50 por un garrafão y con C., el tío de R. que me cocina y me pregunta si estoy bien, luego de que no me afeito, no me baño y me la paso sentado frente a la “tela” por días enteros. Esto de conocer poca gente en una ciudad es bueno para estudiar. Hoya me llamó N. para agradecerme las flores de su cumpleaños, P. desde Manhatan, y R. desde Florianópolis. Al menos tengo gente que me quiere. Afuera, cada noche se oyen disparos, ya me acostumbré, cuando era chico en la casa de mi mamá, se oía siempre el tren de las tres de la mañana a Campo de Mayo. Me voy a dormir, el congreso de la Asociación Brasilera de Anropología ya cuenta con mi participación.
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2 comentarios:
la devastación del lunes acaba de ser finalmente combatida. tus hermosas flores embellecen, ahora, desde el centro mismo del hogar.
No le hagan nada a Nico, sino lo traemos de nuevo para el Caea que no hay tiros ni nada que se le parezca
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